Esta Barbie es lo que ella quiere ser 

Muchos sabemos que dentro de poco se estrena la película de Barbie y la emoción que sentimos todos los que jugamos con esta icónica figura va aumentando cada vez que sueltan trailers sobre la peli. 

En todo el proceso de marketing del largometraje han habido dos aspectos que me han llamado la atención. El primero es la inclusión que vemos en el casting, y me refiero a variedad de cuerpos, y el segundo fue el filtro que se apoderó de las redes con la intención de que te convirtieras en Barbie y pusieras lo que quisieras ser.

Sé lo que quieras ser 

Creo que un pensamiento bastante obvio y “global”, me atrevería a decir, es que Barbie creó y mantuvo un estereotipo de belleza inalcanzable. La belleza perfecta de Barbie con su pelo largo y rubio, rostro perfecto y proporciones irrisorias para mujeres de todas partes del mundo, fueron el ejemplo del “cuerpo de mujer” que muchas niñas vimos desde pequeñas y simplemente asumimos que sería el nuestro cuando fuésemos mayores. 

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Barbie es femenina, sonriente, feliz y -si viviera en el mundo- real sería una patada en los huevos directamente. 

Pero también Barbie sentó precedentes con los roles de la mujer en la sociedad utilizando un slogan atemporal y que te invita a soñar sin límites: “Tú puedes ser lo que quieras ser”. Bajo esta premisa vimos que Barbie tiene una hoja de vida profesional envidiable y que siempre logra todo lo que se propone. 

Es astronauta, chef, instructora de delfines, doctora, atleta olímpica, modelo, cantante y un largo etcétera. Barbie representa a Estados Unidos con su sueño americano y la invitación a ser quien decidas, porque todos tenemos un lugar en esta tierra.

¿Por qué Barbie es lo que quiere ser?

Barbie no cede ante la presión de la sociedad. Se mantiene siendo ella sin importar lo que piensen los demás. Es por eso que cuando la sociedad demandaba un novio en 1961 o que fuese madre en 1960, Mattel respondió con una versión de “Barbie niñera”; y un nuevo accesorio para su colección: un ken, pero jamás “Barbie madre” o “Barbie esposa”.

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Barbie fue la primera muñeca para niñas que no promovió la crianza, sino el desarrollo personal. Y eso no es poca cosa. 

You chose

Así que puedes ver a Barbie por la cara que elijas. Y lo mismo pasa con el amor propio.

Podemos verla por el lado de la perfección, el prototipo de belleza inalcanzable, la comparación, el autosabotaje, es decir, la cara no tan agradable y placentera del amor propio o, mejor dicho, la falta del mismo.

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O podemos verla por el lado del empoderamiento, el poder personal para lograr lo que queramos, la independencia y su temple ante la sociedad. You chose.

Si te decides por la segunda opción, recuérdala cuando te sientes en el cine a ver a la fantástica Margot Robbie dirigida por Greta Gerwig en esta icónica cinta. Sin necesidad de compararte o de apuntar a la perfección, sino de ser lo que quieras ser, siempre apoyada de un amor propio sólido y consciente. 

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