HEAL
Guía para ansiosos
Vivir con ansiedad no es fácil, pero sí posible. Con muchos años de práctica y bastantes episodios bajo el brazo, me atrevo a hacer una guía corta y eficaz para todos mis hermanos con ansiedad
Estoy segura de que hay miles de otras recomendaciones para los que viven con ansiedad, pero te prometo que, con tan sólo comprometerte con cumplir un par, ya te cambiará la vida.
Esta columna es parte de nuestra serie #WellWednesday donde distintos expertos comparten información, experiencias y sus filosofías de bienestar


Beatriz Ticali es comunicadora, actriz, modelo y una mujer con ganas de hacer. Su objetivo es normalizar lo normal y le apasiona hacerlo a través de la escritura. Sin tabúes ni prejuicios explora desde el lado más humano las dudas, incógnitas y temores escondidos en temas como la salud mental y el amor propio, con el fin de destapar verdades e inspirar a otros a que usen su voz.
1.Respeta tu rutina del sueño. Amigx, yo sé que tú sabes lo IMPORTANTE que es el sueño para todos, pero lo es más para nosotros. Cuando dormimos las horas que necesitamos y creamos una buena higiene del sueño, la ansiedad pierde fuerza y la creatividad, energía, capacidad de resolución de problemas y buen humor toman la delantera.
2.Conoce tu cuerpo. Hace unos años entrevisté a una nutricionista para preguntarle todo sobre la ansiedad y la alimentación. Uno de los aprendizajes más grandes que me llevé ese día fue que no existe ningún alimento que por excelencia genere ansiedad. Todo depende de nuestro cuerpo y de cómo reacciona cada quien con la comida. En mi caso hice varios experimentos hasta descubrir que si bajaba la ingesta de azúcar y carnes rojas, mientras subía la ingesta de frutas, mi cuerpo se sentiría mucho mejor. Haz el experimento y comienza a probar diferentes alimentos que te ayuden a sentirte bien en tu propio cuerpo.
3.Haz ejercicio. Nada más que decir. Tú sabes que es innegable el sentimiento de liberación y felicidad después de mover el cuerpo.
4.Busca diferentes alternativas para drenar y desconectar. Además del ejercicio, es importante conseguir otras formas de calmar nuestra ansiedad. Pintar, escribir, fotografiar, leer, coleccionar lo que te gusta, cocinar, etc.
5.Ve a terapia. No es para siempre, pero si es necesario que vayas por lo menos unos cuantos meses para que entiendas muchas cosas sobre ti y aprendas a manejar situaciones y experiencias con mayor inteligencia emocional.
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6.No te cierres. Hay técnicas bastante interesantes que te pueden ayudar a sentirte más conectado contigo y en control sobre tus emociones. No te dejes llevar por el prejuicio e intenta lo que te llame la atención como el tapping, coaching, tarot, meditación, cristales, etc. Lo peor que puede pasar es que simplemente no te funcione y sigas en la búsqueda.
7.Rodéate de personas que admires y te hagan sentir bien, en confianza y capaz. Ya basta de la mala compañía, no tienes idea de lo que le gusta a la ansiedad esa clase de encuentros.
8.Ayúdate. Si sabes que después de ver películas de terror, te da ansiedad, no las veas. Si sabes que hacer ciertas actividades o estar con ciertas personas no te hace bien, escúchate. Nadie puede ayudarte tanto como tú a ti mismo. No te dejes llevar por presiones sociales, no vale la pena.
9.Investiga. Muchas de las cosas que nos generan ansiedad es porque no las conocemos bien o porque no sabemos cómo funcionan. Con esto no quiero decir que cuando sepas cómo funciona un avión inmediatamente se te va a esfumar la ansiedad, pero tener conocimiento y hechos concretos sobre lo que nos genera incomodidad, hace mucho la diferencia y reduce la ansiedad a un punto mucho más manejable.
10.Comunícate. Esto aplica para todo: desde saber expresar cuándo te sientes raro o ansioso, hasta cuando no estás de acuerdo con una situación. Si te preguntas qué tiene que ver lo segundo, es que cuando sucede algo que nos hace sentir mal y no lo expresamos, automáticamente comenzamos a generar ansiedad sobre el “qué hubiese pasado si hubiese dicho algo” o practicamos mil veces el discurso perfecto para esa ocasión que nunca vamos a poder decir porque ya pasó… ¿Te suena?
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11.Sal de tu zona de confort. Es lo opuesto a quedarse en casa tranquilo y mantener intacta la rutina, pero necesitas movimiento, oxigenar tu realidad de vez en cuando y probarte a ti mismo que eres y siempre seguirás siendo capaz de lograr lo que te propongas. La ansiedad no te define.
12.Estudia tus ataques de pánico. Aunque existan síntomas que vemos escritos en los libros y nos podamos identificar con muchos de ellos, la realidad es que cada quien vive sus crisis de ansiedad y pánico completamente diferente. Lamentablemente aprendemos a sobrellevarlas a través de la experiencia, pero vivirlas con frecuencia por lo menos nos permite aprender a captar síntomas para hacer de los próximos episodios mucho más llevaderos.
13.Cuando tu mente te pida parar, para. Se lo vas a agradecer. No hay trabajo, relación o situación que valga tu salud mental.
14.Nunca permitas que la ansiedad sirva como excusa para dejar de cumplir objetivos ni trazarte metas.
15.Educa a tu alrededor. Al ser la única persona con trastorno de ansiedad generalizada en mi casa, mi familia tuvo que aprender poco a poco sobre esta condición con el fin de entenderla para dejar de juzgarme y comenzar a apoyarme. Mándales artículos o videos que expliquen a la perfección cómo te sientes, invítalos a una sesión con tu terapeuta para que hagan todas las preguntas que tengan, regálales libros, conversa.
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16.Está presente. Las RRSS nos afectan más a nosotros. Es un hecho. Baja la cantidad de horas diarias que dedicas a las redes y dirígelas hacia actividades que requieran tu presencia y concentración.
17.Estimula tu mente. Lee, escucha podcasts interesantes, resuelve rompecabezas, haz sudoku, mira documentales. El conocimiento es poder y le quita tiempo a la ansiedad para que juegue sola en tu cabeza. Ahora tiene competencia.
18.Ten contacto con la naturaleza. Cielo, mar, sol, grama, tierra, aire puro. Quieras o no la naturaleza siempre nos devuelve un poco de paz y tranquilidad. Haz espacios en tu día a día para acercarte a ella.
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19.Practica el amor propio. Cuando aprendemos a ponernos como prioridad, entendemos lo capaces que somos y no nos damos por sentado, nuestra actitud ante la vida cambia y la ansiedad que se alimenta de miedos y ego, se vuelve cada vez más pequeña.
20.Abraza a los tuyos. Está comprobado que dar abrazos reduce los niveles de cortisol en el cuerpo, nos relaja y nos hace sentir queridos. Abraza más y piensa menos.
PD para no olvidar: No estás solo en esto. Siempre recuerda: No estás solo.