HEAL
¿Has mentido para agradarle a alguien?
Existe una conexión real e interesante entre ser honestos y nuestra autoestima. Cuando somos honestos aceptamos la realidad tal y como es
Esto no significa que no existan deseos de cambiarla o mejorarla, pero independientemente de lo que sea podemos aceptar y entender que “ese” es nuestro ahora.
Esta columna es parte de nuestra serie #WellWednesday donde distintos expertos comparten información, experiencias y sus filosofías de bienestar


Beatriz Ticali es comunicadora, actriz, modelo y una mujer con ganas de hacer. Su objetivo es normalizar lo normal y le apasiona hacerlo a través de la escritura. Sin tabúes ni prejuicios explora desde el lado más humano las dudas, incógnitas y temores escondidos en temas como la salud mental y el amor propio, con el fin de destapar verdades e inspirar a otros a que usen su voz.
¿Cuántas veces no te has encontrado mintiendo sobre ti o tus circunstancias para agradar, pertenecer o evitar el juicio? Yo, muchas. He mentido sobre mis gustos, pasiones, intereses y opiniones; y lo que todas esas mentiras piadosas tienen en común es que han sido expresadas en momentos de baja autoestima y poca aceptación de mi realidad.
Cuando decidimos decir mentiras, automáticamente estamos reforzando la creencia de que no somos “suficientes” como para caerle bien a un colega, conquistar a una persona o hacer nuevos amigos. Y lo más paradójico de todo, es que para ser deshonestos y lograr que nos crean, necesitamos cierta confianza en nosotros mismos.
LEE TAMBIÉN: Consejos para superar la crisis del cuarto de vida
Claro está que en algunas circunstancias de la vida todos necesitamos ser camaleones, pero lo que diferencia una mentira obligatoria y otra proveniente de la baja autoestima es el motivo. Pregúntate: ¿por qué siento la necesidad de manipular esta situación?
Honestidad, como amor propio
Al adueñarnos de nuestra realidad le quitamos peso a la necesidad de mentir y le abrimos los brazos a nuestro yo del presente. Y sí, da un poco de miedo porque sabemos que al ser nosotros mismos automáticamente no le caeremos bien a todo el mundo, pero hay que tener la valentía para no ser agradado siempre con tal de mantenernos fieles a nosotros mismos.
El amor propio se construye a través de pequeñas acciones y decisiones que tomamos diariamente. Se debilita cada vez que nos negamos y se refuerza siempre que nos elegimos a nosotros. Sernos fiel, aceptar lo que somos y entender que somos suficientes.
LEE TAMBIÉN: ¿Ser bueno con otros es un acto de amor propio?, por Beatriz Ticali
El objetivo de estas líneas es inspirarte a comenzar el año abrazando la verdad en todo momento. Que te sientas orgulloso de quién eres y que comiences a eliminar poco a poco el hábito de mentir para caer bien, gustar o pertenecer. Comienza el año dándote la importancia y puesto que te mereces y preguntándote ¿por qué tengo que mentir para agradar?
Eres merecedora de ser honesto contigo mismo.