Por: Joana Borràs / Tiempo de lectura: 10 min
Si hablamos de sofocos, sudores nocturnos, caída de cabello, cambios de humor…no tardarás en saber que hablamos de los principales síntomas de la perimenopausia. Sin embargo, los cambios en la piel también son un síntoma clave de que nuestras hormonas están fluctuando.
La perimenopausia (la transición a la menopausia), es un momento en el que las hormonas empiezan a cambiar. Una vez que entramos en esta etapa, los hábitos que solían mantener nuestra piel bajo control, a menudo dejan de funcionar.
Uno de los síntomas más incómodos e indeseados de la perimenopausia son los cambios en el aspecto de la piel. Puede que tengas la sensación de que la piel que has conocido y observado a lo largo de toda tu vida, cambia de la noche a la mañana. Pero, ¿sabes por qué ocurre? Te contamos lo que dicen los expertos y cómo afrontar estos cambios de la mejor manera.
Las tres principales hormonas que provocan estos cambios son:
Progesterona: Ayuda a los estrógenos y mantiene la piel hidratada y flexible.
Estrógenos: Ayudan a la producción de colágeno y mantienen el grosor de la piel.
Testosterona: Gestiona la producción de sebo y mantiene la elasticidad.
De estas tres hormonas tan potentes, el estrógeno es el que desempeña el papel más importante, ya que es vital para mantener la piel flexible, elástica y suave.
¿Pero de qué se encarga exactamente el estrógeno?
Fomenta la producción de colágeno para la elasticidad y promueve la creación de grasa para la hidratación.
Minimiza la inflamación.
Estimula la cicatrización.
Previene el daño solar, el melanoma y otros cánceres de piel sin dejar de absorber vitamina D.
¿Puede la perimenopausia causar problemas cutáneos?
Maria Vidal, médico y estudiante de la especialidad de dermatología médico-quirúrgica y venereología explica que “durante la perimenopausia, las mujeres experimentan una rápida disminución de estrógenos, lo que puede causar problemas cutáneos a medida que la piel se adapta a los nuevos niveles hormonales”
¿Qué aspecto tiene la piel perimenopáusica?
La médico nos cuenta que “la piel perimenopáusica tiene un aspecto diferente en cada mujer: depende de la salud de la piel existente, así como de otros factores clave, como el estilo de vida, la dieta, el estrés y la genética”. Pero ¿quieres una pista de cómo podría afectarte?
A continuación, tienes una lista de los cinco problemas más comunes de la piel durante la perimenopausia:
1. Piel seca y escamosa
Parte de la sequedad de la piel proviene del proceso de envejecimiento. Cuanto mayor es la edad de una persona, menos impermeable se vuelve la piel, lo que permite que la humedad se evapore más rápido.
Sin embargo, durante la perimenopausia, la piel seca también se debe a la pérdida de estrógenos. El colágeno y los aceites hidratantes de la piel se producen a través del estrógeno, pero a medida que éste disminuye, la piel pierde capacidad para retener la humedad, por lo que se vuelve seca, con picores y escamosa.
2. Brotes de acné
Uno de los cambios que más confunde y frustra..¿acné durante la perimenopausia? Sí, has leído bien, este síntoma típico de la adolescencia, vuelve a la carga durante esta etapa. Pero existe una gran diferencia: en comparación con el acné adolescente, el acné perimenopáusico tarda más en curarse y puede dejar cicatrices.
Pero ¿qué lo causa? A medida que disminuyen los estrógenos, se altera el equilibrio de las hormonas endógenas (testosterona), lo que puede provocar este acné hormonal.
“Durante la perimenopausia, es esencial incorporar productos tópicos adecuados para el cuidado de la piel, especialmente si queremos controlar el acné hormonal”, cuenta Vidal.
3. Eczema
La dermatitis atópica, también conocida como eczema, causa picor en la piel, parches escamosos, ampollas y piel seca. Aunque el eczema puede aparecer en cualquier momento de la vida, la perimenopausia puede crear la tormenta perfecta para que aparezcan sus síntomas.
El desequilibrio hormonal, es una de las principales causas del eczema durante la perimenopausia, aunque el nivel de pH de la piel, también influye, ya que éste empieza a cambiar.
“La disminución de los niveles de estrógenos hacen que la piel se vuelva más reactiva, más sensible y menos resistente, lo que provoca erupciones faciales o eccemas con más facilidad. Además, la edad y el desequilibrio hormonal impiden que la piel se cure tan rápidamente como antes, lo que provoca síntomas persistentes de eczema”, explica la doctora.
Por no mencionar que durante la perimenopausia somos mucho más sensibles a los tintes, los perfumes, el estrés o una mala alimentación, los cuales pueden inducir a reacciones cutáneas más rápidamente.
4. Piel flácida
El colágeno empieza a estabilizarse durante la perimenopausia debido a los cambios hormonales. Según el estudio “Skin, hair and beyond: the impact of menopause” publicado en 2022, durante los cinco primeros años de la menopausia, la piel pierde el 50% de su colágeno. Después, experimenta una reducción del 2% cada año durante las dos décadas siguientes.
Esta pérdida significativa de colágeno reduce la elasticidad y resistencia de la piel, lo cual se traduce en flacidez, piel arrugada y descolgada, especialmente en la zona del cuello y la mandíbula. Aunque la pérdida de colágeno no es la única culpable de la temida flacidez, también la provoca la pérdida de grasa estructural que se vive durante esta etapa.
5. Hiperpigmentación y decoloración
La hiperpigmentación cutánea es el oscurecimiento de determinadas zonas de la piel y suele producirse durante el embarazo y la perimenopausia. Las hormonas desempeñan un papel esencial en la hiperpigmentación cutánea y los cambios hormonales sufridos durante la perimenopausia, no ayudan.
“Los estrógenos ayudan a controlar la melanina, el pigmento que oscurece la piel. Cuando los niveles de estrógeno caen en picado, la barrera cutánea se vuelve más fina y propensa a los problemas de pigmentación. Como tenemos menos estrógenos para mantener la melanina bajo control, ésta aumenta; por lo que los problemas de pigmentación causados por el sol (como las manchas solares), se hacen más evidentes durante la perimenopausia”, relata Vidal.
¡Pero no te preocupes!, a pesar de que este oscurecimiento de la piel puede resultar molesto desde un punto de vista estético, normalmente, no suele ser perjudicial.
¿Cómo podemos afrontar estos cambios?
Afortunadamente, existen maneras de combatir estos cambios cutáneos asociados a los niveles hormonales durante la perimenopausia. Ya sea a través de productos específicos o de cuidados especiales, podemos darle a nuestra piel el amor que necesita para mantenerse sana y radiante. Así que, no te preocupes, ¡la menopausia no tiene por qué ser el fin de la belleza!
Durante esta importante fase de la vida, podemos ajustar estratégicamente nuestros hábitos para sentirnos mejor a corto plazo y prevenir futuros riesgos para la salud. ¡Te contamos nuestros 5 tips!:
1. Lávate con un limpiador suave en lugar de jabones fuertes para contrarrestar la piel seca y sensible, así evitarás despojar a tu piel de sus aceites beneficiosos.
2. Aplica una crema hidratante con ácido hialurónico, sin aceites y con péptidos (aminoácidos) después de ducharte, así conseguirás nutrir la piel y mejorar su grosor.
3. Evita usar productos y tejidos con texturas abrasivas, perfumes fuertes o tintes químicos, ya que pueden desencadenar erupciones.
4. Si tu piel es propensa al acné: evita la obstrucción de los poros con un limpiador con ácido salicílico. Pero mantente alejada de los productos para el acné que irritan y resecan la piel. El retinol, por ejemplo, hace que la barrera cutánea se pele y puede causar irritaciones.
5. Usa protector solar: tanto si tienes dieciséis años como sesenta, usar protección solar a diario puede reducir los daños causados por el sol.
La edad media en la que la mayoría de mujeres empiezan la menopausia es a los 51 años y el periodo de tiempo que la precede (perimenopausia), puede durar de 2 a 8 años.
Los cambios que se sufren durante estos años suelen ser temidos, pero ¿cuánto de ello se debe a que desconocemos las formas en que podemos ayudar a nuestro cuerpo a superarlos? La realidad es que las distintas etapas de la vida requieren diferentes formas de apoyo. Por eso, cuando llegan la perimenopausia y la menopausia, debemos ajustar nuestra rutina en consecuencia.
¿Te acuerdas de la frase “la información es poder”? Pues bien: cuando una mujer sabe cómo apoyar sus cambios hormonales, tiene más poder y puede reescribir la historia de su menopausia. La narrativa está en tus manos.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR ESTE VIDEO