Tiroides: Cómo arreglar los desbalances de manera natural
Por: LMW / Tiempo de lectura: 10 min
¿Te sientes cansada la mayor parte del tiempo? ¿Haces de todo para bajar de peso sin resultados? ¿Tienes insomnio o ataques de pánico? La razón detrás de estos síntomas podría ser un desbalance tiroideo, que, desde la óptica de la medicina funcional, está asociado a tus hábitos y estilo de vida.
Probablemente has escuchado hablar de la tiroides, esa pequeña glándula que está ubicada en la zona del cuello encargada de producir hormonas. Pero lo que quizá no sabes es que cuando se presenta algún desorden en este órgano, provoca cambios químicos que te afectan física y emocionalmente.
La tiroides controla la mayor parte del metabolismo. Cuando hay una alteración en esta glándula, se producen desbalances en la producción de glucosa, la insulina, los estrógenos, el cortisol, la temperatura, la actividad cerebral, el crecimiento del pelo, la capacidad de detoxificar el hígado, incluso el engrosamiento de los tejidos, explica Carlos Jaramillo, especialista en Medicina Funcional. Muchas personas no saben que padecen hipotiroidismo o hipertiroidismo, las enfermedades más comunes de la tiroides.
¿Cómo se presentan los desequilibrios?
En el hipotiroidismo, que es cuando no se produce suficientes hormonas tiroideas, los pacientes pueden experimentar cansancio, sentir las manos o los pies fríos de manera frecuente, necesidad de dormir muchísimas horas. Pueden ganar peso, aunque ingieran poca cantidad de comida o tener dificultad para perderlo. Hay un signo característico y es la pérdida de pelo en las cejas. El cabello se vuelve débil, quebradizo y se cae. Hay resequedad en la piel. Se siente lentitud mental. Y, en algunos casos, se presenta retención de líquido”, detalla la doctora Carolina Rodríguez Morales (@ladoctorafuncional) especialista en Medicina Funcional. También se puede engrosar la voz y aumentar el tamaño del cuello.
En cambio, con el hipertiroidismo, se producen niveles excesivos de la hormona tiroidea, que actúa como estimulante. “Los pacientes pueden sentirse con sensación de palpitaciones, exceso de sudoración; principalmente en las noches, suspirar de forma frecuente. En algunos se presenta un temblor fino en las manos. Habitualmente tienen calor corporal. Alteraciones del estado de ánimo, donde no solamente puede sentirse nervioso o emocional, sino experimentar depresión o ansiedad”. Otras señales son aumento de peso, insomnio y el síndrome de piernas inquietas.
Well Tips
Desde la medicina funcional, cuando se diagnostica la enfermedad autoinmune, primero se trata el sistema inmune (donde está el problema) y, como consecuencia, la tiroides, y no al revés. Ir a la raíz que causa la enfermedad. Por esta razón, además de una comprensión detallada de los factores genéticos y bioquímicos, del paciente, es importante conocer sus hábitos y estilo de vida, en vez de ser tratados con hormonas de sustitución.
¿Cómo se ajustan los desbalances de manera natural?
La especialista Rodríguez Morales, se enfoca en cinco pilares básicos:
1.La alimentación. Lo ideal es que ingieras vegetales sin almidón, frutas bajas en azúcar como bayas y aguacate, legumbres, semillas. También mariscos naturales, carne de res alimentada con pasto u otra proteína animal de alta calidad. “Se trata de nutrirnos con alimentos reales, para que no produzcan inflamación en nuestro sistema digestivo. Por eso se deben evitar los alimentos ultra procesados, con exceso de azúcares, conservantes, aditivos, preservantes”.
Es importante tener una ingesta adecuada de alimentos que contengan minerales como el selenio, zinc, magnesio, iodo y cobre, que los puedes obtener de las nueces, almendras, fibras y vegetales de hojas verdes.
“Si yo identifico que la causa (del desbalance) es nutricional, hay que darle al paciente nutrientes para mejorar la función del selenio, zinc con vitamina B6, B12, D y A. Si la persona tiene un problema de permeabilidad intestinal se corrige, quitándole el gluten, los lácteos”, indica Jaramillo.
Y recomienda que, si en algunos casos es necesario tomar antibióticos, se debe corregir la flora intestinal con probióticos, como el chucrut, el yogurt natural, kombucha, miso o soja fermentada, Kimchi y Kéfir.
2.Actividad física. Es imprescindible saber qué cantidad haces, con qué frecuencia y dónde la haces. “Es un estresor, pero positivo para todo nuestro cuerpo, para regular la producción de hormonas, no solamente de tiroideas, sino de cortisol, de insulina, de hormonas femeninas y masculinas”, agrega Rodríguez Morales.
3.Cuidar el ciclo del sueño, descanso y reparación. “Las personas que no duermen bien, que se trasnochan, que están constantemente cambiando turnos al dormir, tienen un estrés que se sale de lo habitual para el cerebro, para el sistema nervioso central, y cuando esto sucede, la conversión de hormona tiroidea, que es dependiente de lo que sucede a nivel del hipotálamo, empieza a verse alterada. Así empieza un hipertiroidismo”.
4.Controlar los niveles de estrés. Es importante tener contacto con la naturaleza, utilizar técnicas como meditación, yoga para poder lidiar con el estrés.
5.Importancia de las relaciones. Hay que tomar en cuenta cómo está la relación del paciente con su familia, con sus amigos, con su entorno, qué soporte social tiene, si se siente bien consigo mismo, con su propósito de vida.
¿Qué factores afectan el funcionamiento de la tiroides?
1.- La autoinmunidad: Son aquellas enfermedades en las que mi propio sistema inmunológico me ataca y me afecta.
2.- Causas nutricionales: Afectan la producción de TSH (Hormona Estimulante de la Tiroides), por el exceso o la deficiencia en la ingesta de proteínas, magnesio, selenio, zinc, iodo, y las vitaminas C, D, A, B12, y en parte, B6, B2, B3.
3.- El estrés: Está dominado y controlado por la hormona del cortisol, que se produce en las glándulas suprarrenales; encima del riñón. El estrés (cualquiera que sea; tóxico, químico, infeccioso, emocional, nutricional, térmico, etc) va a terminar haciendo que el cuerpo produzca mucho cortisol.
4.- Las infecciones: Las hay bacterianas crónicas, por hongos, por virus que pueden producir hipertiroidismo o hipotiroidismo. También cuando hay un desequilibrio en la flora intestinal, el cuerpo lo identifica como si tuvieras una infección. Además, el virus de Epstein-Barr, (conocido como el virus del herpes humano), es capaz de alterar la función de tiroides.
5.- La permeabilidad intestinal: Cuando el gluten o la caseína, que es una proteína que tienen los lácteos, rompe las uniones del intestino hace que entren tóxicos, químicos, residuos plásticos, pesticidas, además de todos los residuos de bacterias, hongos y parásitos que no deberían estar entrando, y esto desencadena una respuesta inmunológica en el cuerpo, lo que se puede traducir en enfermedad tiroidea.
Adicionalmente, hay otros factores como la exposición a tóxicos, principalmente el arsénico y el mercurio, en aguas contaminadas, peces, y amalgamas dentales.